Fontaine, nacido en Marrakech y 21 veces internacional con Francia, fue uno de los héroes del Mundial de Suecia 1958, en el que la selección gala alcanzó las semifinales por primera vez en su historia, antes de caer ante el Brasil de Pelé.
Además de sus 13 goles y de la primera medalla internacional de la selección francesa en Suecia, Fontaine también acumuló un impresionante palmarés a nivel de clubes, con cuatro títulos de liga (uno con el Niza y tres con el Reims), dos Copas de Francia (Niza en 1954 y Reims en 1958) y una final de la Copa de Europa con el Reims en 1959, que perdió 2-0 ante el Real Madrid.
El nativo de Marrakech puso fin a su carrera futbolística como seleccionador de la selección de su país natal, ofreciendo a los Leones del Atlas el tercer puesto en la Copa de África de Naciones de 1980.