Sobre el papel, los intergrupos son un lugar para intercambios informales de puntos de vista sobre temas concretos y para fomentar los contactos entre los eurodiputados y la sociedad civil, escribe el diario español, precisado que, sin embargo, el caso de Argelia ilustra cómo son cooptados por intereses de terceros países, planeando interferir en las instituciones europeas a través del intergrupo del Sáhara, “el único sobre una región geográfica concreta”.
De hecho, varios eurodiputados de este intergrupo, entre ellos el anticapitalista Miguel Urbán y la independentista gallega Ana Miranda, fueron invitados a participar en el llamado +congreso del polisario+ celebrado a mediados de enero, indica le medio español, que añade que los participantes llegaron a Tinduf en un avión fletado por el gobierno argelino desde Barcelona.
Curiosamente, agrega la misma fuente, la semana siguiente a esta visita, el Parlamento Europeo se mostró especialmente crítico con Marruecos, y Ana Miranda y Miguel Urbán fueron precisamente los eurodiputados más críticos, se pregunta el autor del artículo.
Ante esta situación, en la que está en juego la credibilidad de la institución e incluso del proyecto europeo, el Parlamento Europeo no debe tener margen para medias tintas y debe ser ambicioso a la hora de la reglamentación de los refugios utilizados para interferir en sus decisiones (...), incluidos los intergrupos, subraya ''Crónica Global''.
El propio Parlamento Europeo reconoce que estos intergrupos están a veces "patrocinados por grupos de presión o gobiernos", pero señala que cuando viajan al extranjero "no tienen estatus oficial" y "no pueden hablar en nombre del Parlamento", argumenta el diario.